Tratamientos contra la bulimia y anorexia
A continuación presentaré el tratamiento realizado por la Fundación Manantiales:
Diagnóstico y Evaluación: Antes de que alguien inicie un tratamiento debe ser evaluado su estado físico y mental general, la gravedad de su trastorno, la eventual existencia de trastornos concurrentes y de su voluntad para cambiarlos.
Cuestionario: Se entrega un cuestionario especializado para evaluar al paciente que ayuda a evaluar las actitudes de alguien hacia el peso y la figura, y clarifica las características psicológicas como los rasgos de personalidad, grado de desempeño social y problemas similares.
La entrevista: La entrevista de evaluación ayuda a obtener una idea mas clara del estilo de vida de la paciente, su peso actual, historial de dieta y fluctuaciones de peso, hábitos de la ingesta y actitudes hacia el peso y la familia, la pareja o los amigos. Los intereses y ocupaciones exteriores también son tomados en cuenta porque profundizan sobre sus habilidades de desempeño, el grado de independencia y la medida de su aislamiento.
Es fundamental la recuperación del peso y los hábitos alimentarios adecuados. Se hace hincapié en los aspectos nutricionales y en los factores psicológicos.
Mitigar los síntomas físicos que representan una amenaza para la vida.
Enseñar al paciente a comer normalmente.
Investigar y cambiar los pensamientos destructivos en relación con la comida y el peso.
El éxito de la terapia para los trastornos de la alimentación (Eating disorders) depende de muchos factores: la propia personalidad del paciente y el deseo de cambio, la duración de su trastorno, la edad en que comenzó la enfermedad, su historial familiar, su nivel de habilidades sociales y vocacionales, la complicación con otros trastornos como la depresión y, sobre todo, depende del tipo de tratamiento. Es importante comprender que cuando hablamos de trastornos de alimentación básicamente estamos hablando de la adicción a comer o no hacerlo. Todotrastorno alimentario, sea bulimia, anorexia, la coexistencia de ambas, es básicamente una adicción, una compulsión irrefrenable a no comer o hacer una ingesta compulsiva, a vomitar, a hacer purgas, a estar obsesionados con las calorías, el espejo y nuestra imagen corporal.
El Método de Fundación Manantiales® es un tratamiento de avanzada y superador de algunos modelos que se presentan en nuestro país, ya que son tratamientos personalizados.
Básicamente son una síntesis de estos aportes, mas los desarrollos de Comunidades Terapéuticas profesionales, las terapias cognitivas- conductuales, las terapias grupales, el psicodrama, la terapia familiar sistémica, la PNL, el análisis transaccional, la terapia gestáltica y los aportes de las neurociencias y psiquiatría, fusionándolos y mejorándolos, lo que nos permite obtener uno de los porcentaje de recuperación más alto de Latinoamérica.
También es importante que se rompan los círculos viciosos de conductas familiares que mantienen el trastorno alimentario. Por ejemplo, hay que tratar en algunos casos que los padres sean menos exigentes y sobre protectores con sus hijos. De esta manera, la persona se sentirá más libre y podrá forjar su propia identidad, aunque difiera de las expectativas de sus padres (recordemos que generalmente nunca se aleja demasiado de lo que ellos esperan).
El tratamiento se focaliza en la estabilización del peso, el restablecimiento psicológico y la prevención de recaídas. Es fundamentalmente ambulatorio, siendo más eficaz para pacientes jóvenes y con una evolución corta del trastorno, y su duración varía de acuerdo al caso.
Deben desaparecer los atracones y las conductas compensatorias, y para lograrlo, las técnicas psicoeducativas son de gran eficacia. La conducta alimenticia restrictiva es un factor de riesgo para la instauración de un trastorno bulímico, aunque no en todos los casos. También hay que sumarle otros factores desencadenantes como la ansiedad, determinados tipos de alimentos, depresión, aburrimiento y frustración.
También se le explica al paciente la función que cumple su síntoma dentro de la familia, lo que permitirá entender las conductas bulímicas como dirigidas a una finalidad y no como algo descontrolado, y es esto lo que facilita que el paciente sienta que puede modificar su conducta. En otros casos, el terapeuta intenta modificar la estructura familiar.
Existen una serie de comportamientos, actitudes y síntomas que alertan la presencia de un trastorno alimenticio, y cada uno posee diferentes señales de alarma.
Utilizamos técnicas adecuadas y eficaces para este tipo de trastornos. Los aspectos conductuales comprenden las técnicas para favorecer la desaparición de conductas anómalas como los malos hábitos alimentarios, el aislamiento social y los conflictos interpersonales. Los aspectos cognitivos hacen referencia al tratamiento de las creencias irracionales hacia la comida y el aumento de peso, preocupaciones excesivas y autocríticas.
Tratamiento de la imagen corporal y sus técnicas
Relajación: En pacientes con anorexia o bulimia nerviosa que han padecido experiencias negativas y/o de abuso sexuales es frecuente que presenten dificultades para relajarse, y sobretodo para percibir adecuadamente sensaciones de relajación y de tensión de su cuerpo.
Técnica del Espejo: Consiste en confrontar progresivamente al paciente con su imagen (vestido y/o en traje de baño).
Procedimiento de marcado de la silueta: El paciente tiene que marcar en una foto deformada de su imagen el tamaño que estime de sus partes corporales. Permite investigar los ideales y las distorsiones cognitivas.
Terapia psicomotora: Incluye técnicas como expresión corporal, respiración, etc., siendo su objetivo principal lograr que el paciente se sienta satisfecho con su figura.
Video confrontación: Su objetivo es disminuir la ansiedad de los pacientes al observar su propia imagen a medida que aumentan de peso.
Tratamiento grupal: Facilita los procesos de identificación, lo que a su vez favorece la cohesión del grupo, el apoyo mutuo y contribuye a crear una actitud más colaboradora y menos defensiva en los pacientes.
Terapia familiar y Grupos Multifamiliares: La familia debe aceptar intervenir en el tratamiento, ya que es frecuente que la mayoría niegue el problema. También es fundamental su educación en las consecuencias físicas y psíquicas de los trastornos alimenticios. La terapia familiar se basa en el supuesto de que quien sufre las consecuencias de estas enfermedades no es sólo el paciente, sino toda su familia. Además, la conducta de la misma contribuye al mantenimiento de los síntomas. El objetivo es modificar la estructura disfuncional de la familia.
Los grupos multifamiliares permiten que las familias adquieran herramientas para sobrellevar el tratamiento, detectar conductas propias del trastorno y compartir experiencias.
Modalidad del tratamiento: De acuerdo al diagnóstico y evaluación del paciente realizado por el equipo terapéutico se indica el dispositivo adecuado a seguir: Internación, Hospital de Día o Tratamiento Ambulatorio.
Los grupos terapéuticos y talleres: Se realizan en grupos de 8-10 personas y se tratan los ideales de belleza en influencia sociocultural, y se hace hincapié en las ideas sobrevaloradas erróneas como: "delgadez= felicidad y salud".
Consecuencias negativas del uso de conductas de purga: Producen problemas gastrointestinales, lesiones en el esófago, erosión del esmalte dental y deshidratación, entre otras cosas.
Es imprescindible la normalización de la ingesta como primer mecanismo para detener el círculo vicioso de atracones-vómitos.
También utilizan un método de alimentación eficaz que el paciente debe seguir:
- Desayunar no más tarde de una hora después de levantarse.
- No deben pasar más de 3 a 4 horas entre el desayuno y la comida.
- Merendar algo ligero.
- Cenar no muy tarde (entre las 20:00 y las 21:00 hs.).
- Las comidas deben considerarse como medicinas y tener prioridad.
- Comer en función de un esquema predeterminado (1º plato, 2º plato y postre), y no en función de que se tenga mayor o menor hambre.
- No saltarse ninguna comida.
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